Consejos a los combatientes (prensa antigua)
Lo siguiente apareció en el periódico "La Voz del combatiente" de 1 de enero de 1937, un periódico republicano animando a la lucha. Está disponible en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
(A continuación de la imagen puedes leer una transcripción del texto)
No es ninguna cobardía tenderse en plena batalla. Un buen soldado administra bien su vida, pues sólo el que vive puede seguir luchando.
El que está atrincherado no debe temer la aviación ni la caballería, Cuando se acerque un tanque, escondeos. Dejad pasar el tanque y disparad contra los soldados que le siguen. Poco daño puede hacerte un tanque si estás en una trinchera.
Los grupos compactos son un excelente blanco, En medio de una lluvia de balas, guardad entre cada uno de vosotros una distancia de diez pasos. En la carretera no permaneced juntos, sino muy separados.
En la batalla, cavad antes que nada un hoyo. Durante la noche se pondrán en comunicación unos hoyos con otros. Protegeos con alambradas, La caballería no puede pasar a través de las alambradas.
No dispares cuando estás excitado. Un tiro certero vale más que diez tiros inseguros. Disparar de noche es malgastar municiones, a no ser que tengas al enemigo muy cerca y delante. Espera que el enemigo se acerque a trescientos metros. En este instante apunta con tranquilidad. Tú mismo podrás ver el efecto,
Aprende a calcular las distancias. Los palos del telégrafo se hallan entre sí a unos cincuenta metros. Observa bien las explosiones de granadas. Pronto te darás cuenta del lugar en que puedes colocarte seguro para esperar la orden del avance.
El «schrappanell» explota en el aire y la granada, con mayor ruido, en el suelo. La trinchera es la mejor protección contra los dos,