To kde or not to kde?
No me gusta usar un gestor de display (lighdm, gdm...) y tampoco un entorno de escritorio (KDE, Gnome...) porque añaden un montón de "paja", muchísimas aplicaciones que no voy a usar y adornos innecesarios.
Soy un minimalista de corazón, amante del terminal y de usar los recursos justos para lo que queremos. Por eso suelo usar un gestor de ventanas ligero y sin muchas florituras, por ejemplo i3 y últimamente casi en exclusiva cwm (openbsd-cwm). Supongo que para mucha gente mi escritorio no tiene ningún atractivo.
Sin embargo tiene algunas ventajas como controlar lo que ocurre en el arranque y el aspecto tanto del escritorio como de algunas aplicaciones.
También tiene desventajas. Hace un par de semanas instalé KDE con toda su cohorte de aplicaciones. Y tio, es muy bonito y casi todo funciona a la primera. Hay un montón de cosas que funcionan pero no sé por qué, qué está ejecutando para que todo marche. Sin embargo al cabo de un rato me canso, no tengo mis teclas de acceso rápido personalizadas (sí, seguro que lo podría hacer), no tengo mis dmenus que uso todo el tiempo...y echo de menos un escritorio muy muy simple con la barra que yo quiero cuando la quiero.
Otros ratos como ahora llevo horas leyendo para intentar que seahorse funcione y peleando para entender los módulos pam, dbus y la madre que les parió a todos y me frustro y me dan ganas por otro ratito de arrancar kde. Supongo que así somos las personas, contradicciones.